¿Quien nos mandaria a nosotros...? [Alice y Fran]

Entramos en el cementerio, despues de ver las listas de clase, y apuntarnos a actividades. Siempre se oia decir que habia fantasmas por el cementerio...y esa noche, era una buena oportunidad para ir a ver si eso es cierto, o es otro vulgar rumor.
Iba con Fran a mi lado, y con una mochila rellena de comida, una linterna, pilas, botella de agua...vamos, al completo, por si acaso.
- Gracias por acompañarme en esta escapada nocturna, Fran- dije, sonriendole.

-No me des las gracias por acompañarte, hubiese venido contigo de todas formas-

Despues de decirle eso, mire mi mochila y comprobe que lo llevaba todo: Agua, una linterna, pilas, 3 bocadillos, dos pistolas, 5 paquetes de 1000 bolitas, y ademas mi fusil en la espalda.

-Lo llevo todo, y si te preguntas por que llevo las armas es por si sale algun gracioso a asustarnos-

Dije mientras le pasaba un brazo por la cintura y comenzabamos a andar.

Seguimos andando un rato, hasta encontrar un sitio ideal, en una zona libre de tumbas, al lado de otras.
Me sente con el, para charlar, mientras esperabamos a los posibles fantasmas, tanto los de verdad como los graciosos que quisiesen asustarnos.

Yo me acerque mucho a ella y le pase un brazo por la cintura, para, acto seguido, abrazarla. Cuando la abrace no pasaron dos segundos y ya la bese. Pero a mi desgracia el beso no pudo durar demasiado, ya que un ruido hizo que me despegara de ella, y apuntara con mi arma, al lugar de donde provenia el ruido. Yo me puse delante de Alice y dije.

-Sal de ahi despacito, y con las manos donde pueda verlas-

Luego me volvi hacia Alice y le dije.

-Tranquila, no te pasara nada-

- Que susto, pense que habia alguien- dije, mirandole atentamente- ¿crees que seria un conejo salvaje?
Me lo supuse, puesto que aqui habia zonas de hierba alta y podria haber alguno por ahi oculto. Por si acaso, me apegue mas a el.

De pronto un perrito, mas bien un cachorro se nos acerco, aullando con miedo. Yo lo cogi y lo acaricie, mire si tenia chip, correa o algo que lo identificara, pero no tenia nada. Me daba pena de aquel pobre animalito, por eso, abri mi mochila y lo meti dentro.

-Bueno, no lo pienso sejar por ahi tirado-

Comence a acariciar al cachorrillo.
- Que lindo es!- exclame, haciendole cosquillas en la tripa- que le gustan las cosquillas, jajaja.
El cachorrillo era graciosisimo, jugueteando con mis manos.

-Tu crees que me dejaran tenerlo en el internado?-

Dije acariciandole la cabeza, para luego volverme hacia mi mochila, sacar una de mis botellas y dadle de beber al cachorrito. Me daba pena, por eso decidi llevarmelo, pero como aun no nos lo ibamos a ir, lo guarde en mi mochila, dejando un poco abierto para que respirase.